Mientras las empresas avanzan a ritmos vertiginosos y las oficinas intentan amoldarse a una nueva forma de trabajar, en muchos casos, los directivos siguen atrincherándose en sus despachos o en sus plantas de presidencia manteniéndose alejados del día a día de los trabajadores. Sin embargo, la nueva generación de ejecutivos está rompiendo con las reglas tradicionales para adaptar sus espacios a las nuevas formas de trabajar. Sin despachos, sin jerarquías, que canalicen el estrés y fomenten las interacciones personales. Así son los entornos de trabajo de los nuevos líderes empresariales.
Nuevos entornos de trabajo
Las empresas están cambiando sus modelos de negocio para adaptar sus servicios y productos a un escenario más global y competitivo, en el que prima la creatividad y la inmediatez. Esto requiere cambiar no sólo la forma de trabajar, sino también los entornos de trabajo, de forma que el espacio se convierta en un catalizador del talento para hacer que las personas trabajen mejor en un contexto empresarial altamente volátil y competitivo.
Las oficinas que ofrecen opciones a los usuarios, aquellas que combinan los espacios abiertos con las zonas que propician la colaboración y la concentración, cada vez son más frecuentes. Sin embargo, los directivos siguen trabajando de forma tradicional: en despachos alejados de los trabajadores que la mayor parte del tiempo se encuentran desocupados. En concreto, el 58% de los directivos de todo el mundo trabaja en despachos, según el informe de Steelcase sobre “El compromiso y el espacio de trabajo global”.
Las nuevas formas de liderazgo están empezando a cambiar no sólo el replanteamiento de la oficina, sino también la cultura de los despachos. Así, en multinacionales como Coca-Cola, Facebook, HP o Kellogg, los ejecutivos carecen de zonas personales. Tampoco los tienen los directivos de las startups, cuyo modelo de liderazgo se basa en la accesibilidad, la transparencia, la colaboración y la eliminación de jerarquías, de modo que su ejemplo sea inspirador para el resto de los trabajadores.
Fuente: Metros 2